FiElEs

miércoles, 16 de febrero de 2011

LLUVIA



La noche ya imponía su fuerte oscuridad, eran las ocho, hacía frío, un frío helado que traspasaba hasta los huesos, sus dientes sonaban como canicas chocando unas con otras y en su cuerpo recorría un temblor que lo remecía fuertemente.

Liam iba rumbo al hospital para ver a su mejor amiga quien sufrió un accidente automovilístico. En el camino iba presuroso, abrigándose del frío y con leves lágrimas en los ojos recordó como se conocieron.

Él había ido al cine con dos amigos; en la cola para entrar a la sala vio a tres chicas de las cuales solo distinguió a una  porque le pareció estupenda. Tenía unos ojos hermosos que reflejaban la desnudes de su alma y a la vez intimidaban a cualquiera.

Levantó la mano para llamarlas y se colaran a la fila, ellas al ver que la cola no tenia fin fueron hacia él.

-          Hola – dijo preocupado por lo que diría la gente de atrás.
-          Hola y gracias por permitir que nos metiéramos en la fila – dijo ella, con voz baja y una sonrisa culposa.
-          Me llamo Liam – un poco nervioso – él es Carlos y Daniel y ¿ustedes son?
-          Yo me llamo Sheccid, ella es Flor y Roxana.
-          Un gusto – todos se aproximaron a dar sus respectivos saludos con un beso en la mejilla.

Liam aprovechando que sus amigos estaban muy entretenidos con sus nuevas amigas comenzó a hablar con Sheccid, la chica que lo cautivo a primera vista por sus hermosos ojos.

-          ¿Nos conocemos?
-          Mmm… - con un dedo en el mentón y las cejas levantadas – creo que no, creo que es la primera vez que estamos hablando.
-          Yo creo que nos conocimos en mis sueños donde tú eras una princesa y yo tu príncipe.

Los dos soltaron una risa amigable
Ella rió.

Ya estaban por entrar a la sala a ver la película, la gente no se percato de la trampa que hicieron así que todo estaba bien. Sheccid se sentó al lado de Liam y hablaron como si ya se conocieran de años. Esto dio inicio a lo que sería una larga amistad.

Un poco presuroso por ver a su entrañable amiga llego a la esquina del hospital y empezó a llover a cantaros, él estaba apoyado con una mano en la pared empapado, con la respiración agitada y mirando al piso recordó cuando ella le contó que le iba a aceptar la propuesta de matrimonio de su enamorado.

-          ¡Como que le vas a decir que si! – Liam estaba alterado.
-          Así como lo oyes – ella estaba sentada en las escaleras de su casa – ya llevo dos años con él y no veo porque no, además no entiendo porque te pones así.
-          Es que es muy pronto – afirmó.
-          Yo creo que no – lo miraba con ternura, como diciendo: no quiero pero tú no haces nada para impedirlo.
-          Es que… - hubo un silencio, los dos se miraban – es que… yo te a…
-          ¿No quieres que me case con él porque me amas? – dijo ella – ¿Es eso? Dime, entre nosotros hay confianza.
-          Tenemos 3 años de amistad – con voz baja – y no quiero que te cases con él y no sé porque.

Ella se levantó y con una caricia suave en la mejilla le dijo que lo pensaría un tiempo más.

El frío ya era implacable y dando los últimos pasos para llegar a la puerta del hospital pensaba que la amaba con todo el amor que uno se puede imaginar y que era un tonto por no decirle en su debido momento.

Ya en la recepción pregunto por ella y la enfermera le dijo que su amiga estaba en urgencias. Se apresuro por los pasillos chocando con las camillas y las enfermeras, él quería decirle que la amaba, que se enamoro de ella desde la primera vez que la vio y que era un tonto. Al llegar a urgencias le pregunto al doctor a cargo si su amiga estaba bien.

-          ¿Tú eres el amigo de la chica que choco su auto? – tenía una voz ronca y una mirada fría como si ya estuviera acostumbrado a ver todo tipo de accidentes.
-          ¡Si! – exclamo en voz alta – como esta ella, dígame doctor.
-          Lo lamento amigo pero no pude hacer nada por ella – le puso la mano en el hombro y se alejó de él dejándolo parado, inmóvil, petrificado por la noticia.

Cayó de rodillas y golpeo el piso con sus puños llorando porque nunca le dijo que la amó desde el principio.

Se escuchaban unos pasos detrás de él.

-       ¡Porque nunca te dije que si te amaba! – gritaba en el pasillo del hospital - ¡Soy un tonto! – los pasos se detuvieron
- ¡Eras todo para mí! ¡Me arrepiento de no habértelo dicho cuando me preguntaste!

Una mano reposo en su espalda y le dijo

-          Yo también te amo Liam, tuviste que esperar todo esto para decírmelo.

Él volteó rápido y vio que era Sheccid con una venda en el brazo por el choque y no entendía. Se levantó y mirándola a los ojos la besó.


-          Te amo mucho, pensé lo peor, ese maldito doctor que no sabe dar información – con los ojos húmedos por la terrible confusión.
-          El doctor se equivoco – estaban abrazados – fue otro accidente.
-          Ahora estoy feliz y me alegro – Sheccid estaba muy contenta, sonriendo y llorando de felicidad.
-          Ahora que sabemos lo que sentimos el uno al otro todo será mejor – Liam estaba feliz después de imaginar lo peor y ver que era una equivocación se sentía bien con él y con ella entre sus brazos.


6 comentarios:

Yhestherline Yessenia dijo...

muy buena historia amigix, aveces decimos las cosas tarde, pero hay personas que dicen mas vale tarde que nunca... me gusto mucho esta historia de amor, te felicito :-)

Anónimo dijo...

Muy buena Historia AmiO...
hay muxa verdad en ella....!!

Anónimo dijo...

amio esa historia casi me hace llorar y mas que estaba escuchando musica romantica waaa...... sigue asi

uNtoke dijo...

eso! le pasa a los hombres por tarados Y no decir las kosas a su debido momento bien hechO k se haya asustadO! jijij

Si el corazón pensara dejaría de latir dijo...

Me ha encantado esta entrada! =)
es muy buena asi que te sigoo!!
gracias por seguirmee y de paso te contesto a tu comentario en mi blog... ojala yo tambien encontrara un amor correspondido...

DaViD EsTrAdA dijo...

Ya nos llegará xD